Estaba pensando el otro día ¿por qué me molesta que otros cambien?
Recuerdo haber escuchado muchas veces frases como: “estás cambiada”, “no te reconozco”, “qué te pasó” siempre con una connotación negativa como si mi cambio hubiese sido algo malo.
¿Y qué hay de malo con eso?
Cuestioné mi ser muchas veces, tratando de complacer al resto hasta que un día de iluminación pensé: ¿Y qué tiene de malo mi cambio? Porque de algo estoy segura, todos los cambios que he vivido han sido positivos para mí y me han traído hasta este lugar.
Entonces entendí que yo había dejado de ser útil para las personas a las que les molestaba mi cambio. Claro, yo ya no era esa persona que habían conocido, era algo así como publicidad engañosa, porque «ya no servía» para el propósito de ese vínculo.
Por ejemplo, si esa amiga se juntaba conmigo para ir a fiestas y yo dejo de ir a fiestas, ya no le servía para su cometido y se vería obligada a buscar otra amiga que la acompañe. Sin querer, mi cambio la obligo a salir de su zona de confort y la hizo cambiar a ella también y eso fue lo que genero su incomodidad y molestia.
Y es que tenemos una resistencia con eso de salir de la zona de confort, además de vivir en un mundo en donde no nos gusta ser responsables de nada y victimas de todo.
¿Qué puedes hacer tú?
- No juzgues a las personas por sus cambios. Alégrate por ellos y por su evolución.
- Si te molesta, revisa que cosas de las que unían a esa persona cambió y aprovecha la oportunidad de cambiar.
- Aplica la Ley del Espejo en cada cosa que hagas.
Eres perfecto y maravilloso y eso basta. Viniste a ser feliz, no te distraigas.
Descubre la clave para ser lo que quieras ser.
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